RESUMEN
La ciencia y la tecnología se han
constituido en puntales y elementos motrices del desarrollo. Los venezolanos,
sin embargo nos hemos limitados a operar la tecnología importada preocupándonos
muy poco por su adaptación o por crear versiones nuevas y apropiadas a nuestra
dotación de recursos.
El mayor caudal de tecnología
utilizada en Venezuela procede de
Estados Unidos. Ha de anotarse que tal tecnología no necesariamente se conforma
a la dotación de recursos de nuestro país ya que está diseñada en función de
los factores de producción estadounidenses y en la mayoría de los casos
promueve la desocupación de factores nacionales y la ocupación de factores de
producción en los Estados Unidos.
Incorporar a la economía
venezolana la tecnología extrajera por la vía de las inversiones directas
resulta oneroso para el país, ya que las empresas remiten ganancias por
concepto de regalías, utilidades, sobreprecios en materias primas importadas,
pagos a personal directivo y técnico extranjero, asistencia técnica, etc. Se
estima que esos pagos sobrepasaron los 30000 millones de bolívares en los
últimos diez años.
La afluencia de tecnologías
extrajeras hacia Venezuela y la falta de promoción nacional de la investigación
científica y tecnológica ha lesionado profundamente nuestra capacidad de
innovación y ha condicionado a nuestros técnicos a dar “soluciones importadas”
a nuestros problemas industriales. Paralelamente, la ausencia de políticas
nacionales que regulen la incorporación de tecnología a nuestra estructura productiva, ha dado pié al
aparecimiento de profundos e innecesarios desbalances inter-sectoriales que
tienen que cubrirse por la vía de las importaciones y a desbalances entre la
oferta y la demanda de mano de obra que originan el desempleo.
En síntesis, la modernización de
ciertos sectores industriales se está pagando con una creciente dependencia de
exterior, la desocupación de factores nacionales y una aceleración de la salida
de divisas, fenómeno muy marcado en relación con Estados Unidos.
Por lo tanto es necesario
realizar un gran esfuerzo tanto a nivel nacional como a nivel multinacional
Latinoamericano, tendiente a desarrollar las fuerzas internas (Científicos,
Técnicos e Instituciones) que permitan generar tecnología basadas en la
utilización de nuestros factores de producción, seleccionar las tecnologías
extranjeras que se deban incorporar a nuestra economía y finalmente la
adaptación a las características de nuestro medio de la tecnología
seleccionada.